Soy una madre homeschooler introvertida

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Soy una madre homeschooler de seis niñas e introvertida. Por encimita podría decir que es una locura. Sin adentrarme mucho en mi día. 

Para muchos, ser introvertida, es ser tímida. No tener muchos amigos o no querer interactuar con personas.

Yo pensaba lo mismo. Nunca me considere introvertida hasta que escuchando un podcast de Pam Barnhill, conocí a Jamie C Martin, autora del libro Introverted mom: A Guide to More Calm, Less Guilt, and Quiet Joy y me dio con leerlo, bueno, escucharlo.

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Por un lado, puedo hablar por horas sobre temas que me apasionen: la organización, homeschooling, el sistema de educación, mi familia...  Temas profundos 

Pero no me encanta el “small talk”. Hablar de temas superficiales, el clima, o conversaciones para llenar el vacío de silencio. Puedo hacerlo, pero no me encanta.

Me encanta quedarme despierta hasta tarde, para estar sola y escuchar mis pensamientos. A veces no se ni como irme a dormir!!! (Quisiera con todo mi corazón, que fuera al revés, despertarme temprano. Lo e tratado, sin muchos resultados.)

Me gusta la gente, escuchar a mi esposo, mis hijas, una amiga. Me gusta ir a fiestas y compartir con otros. Hasta que me canso. Y me tengo que retirar. Aunque sean 15 minutos. Estar sola.

Veras, el bullicio, la gente, me drena y para recargar, necesito estar sola. En silencio.

Prefiero una reunión con algunos amigos, por algunas horas, a un día completo con mi familia entera. Que de echo, debo decir que e pasado por eso, muchas veces, ya que la familia de mi esposo tiene una tradición de reunirse una vez al año con tooooda la familia un fin de semana. Y estamos hablando de alrededor de 25 adultos y 20 niños. En una casa.

Todos los años nos reunimos y puedo decir que me encanta. Es un grupo que conozco hace 20 años y hasta e ido con algunos al mismo colegio. Pero no ha sido hasta este año, que no e entendido que es lo que me pasa siempre, que llega un momento en el que no quiero jugar, ni participar, ni estar afuera tan si quiera. En realidad pensaba que solamente era que no me sentía cómoda. Cuando es simplemente que llega un punto que debo descansar y recargar. Y listo, de vuelta a la fiesta.

Esto mismo me pasa a diario en mi casa, haciendo homeschooling. 

Con este libro e aprendido que es necesario descansar mi cuerpo, esa la presión que siento en la cabeza. 

Antes pensaba que era burnout a diario y que el homeschooling, la casa  y las tareas diarias, eran mucho para mi. Pero no era eso. 

La mejor descripción la da Jamie, la autora en el libro, en el Capitulo 2: Aprendiendo a navegar (Learning how to sail)

La diferencia entre un introvertido y extrovertido tiene que ver con la forma en que obtenemos energía. Cuando tenemos que cargar el celular, lo conectamos al receptáculo. Simple. La corriente o iguala a cuando interactuamos con personas. Y nosotras somos el celular.

Los extrovertidos se conectan y comienzan su día. Y si se mentienen conectados durante el día, interactuando con otras personas, su día va avanzando, con todo y sus retos. 

Pero para un introvertido, esa corriente es muy fuerte. Un introvertido necesita un convertidor de energía, para canalizarla. 

Y eso, como madre homeschooler, que estoy rodeada 24/7 de mis hijas, (claro, porque papa puede estar en la cocina, pero me van a pedir jugo a mi aunque este en el baño), como puedo lograrlo?

Para mi eso se transmite en que cada dos o tres horas, necesito irme a mi cuarto o afuera y estar sola, como mínimo 15 minutos.

Recargar, descansar, pensar sola por 15 minutos? Como podría yo lograr eso durante el día y aun así darle a mis chicas lo que necesitan?

Pues sin vergüenza digo que  para lograr esto,  las dejo ver TV.  Si, Soy normal. Porque bueno, no es que estén ahí cada dos o tres horas viendo una tanda de muñequitos (que ni si quiera son educativos a veces 😱). Solo que en ocasiones es necesario. No las estoy traumando. Vivirán.

También juegan Lego, leen o juegan afuera. Lo que en el momento sea mejor.

Claro esta, esto es un tema que e hablado con todos en la familia. Que aunque no es una condición ni nada grave, pero si es algo que experimento y que muchas veces, por mas que trate no puedo controlar. Y que siendo lo extro o introvertido, hace falta un descansito aquí y allá en el día.

Gracias a Dios cooperan. A veces van y me hablan y  les recuerdo por que estoy descansando y que pueden estar conmigo, pero tranquilitas. Es un proceso.

Y que hago en ese tiempo? A veces son 15 minutos recogiendo u organizando ( que es lo menos que trato de hacer, para eso no es este tiempo) a veces lo pierdo en Facebook, escucho o leo un libro (no soy para NADA de leer, pero me e dado cuenta que me relaja bastante), REZAR ( que tanto me ayuda), en fin, cosas en las que no tenga que hablar o pensar mucho jeje

Con esto e logrado bajar la intensidad de mis días. Porque estos momentos me ayudan a rezar y aclarar mi mente, pidiéndole al Señor que me ayude, sin el no podría hacer ni la mitad de lo que hago. Ser mas flexible. Controlar mi ira.

Como madre homeschooler, necesito buscar, leer, aprender lo que me ayude como madre, no solo como maestra, porque lo académico se lo puede ensenar cualquiera. Pero a controlarme y a cuidar de mi misma, de ellas mismas, me toca enseñarlo con la ternura de una madre.

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